martes, 7 de abril de 2015

Exposición de documentos

Hemos de reconocer que la presencia de documentos en la exposiciones nunca ha sido del todo habitual. Menos aún que el protagonismo recaiga sobre éstos.

Tengo para mí que el MNCARS, en nuestro entorno inmediato, fue quien hizo aflorar la documentación a primer nivel expositivo. Fue su actual director, Manuel Borja-Villel, quien comenzó a dar importancia a la idea que explica la cosa, no tanto a la cosa misma. No deja de ser un principio tomado del idealismo kantiano y filtrado por el cedazo posmoderno, pero no por ello le vamos a quitar mérito. El documento pasó de su mano a ser considerado soporte ideal de la cosa. Y de aquí a ser la cosa misma (en una especie de bucle autoconclusivo). En esta segunda fase es en la que se encuentra, sin salir de nuestro entorno, el Archivo Lafuente.

Ahora no solo hay exposiciones con presencia notable de documentos, sino que hay exposiciones documentales puras y duras.

En un contexto expositivo tradicional los documentos se exponían, cuando se hacía, en una vitrina. Los mecanismos expositivos eran entonces los habituales: soportes para inclinarlos y que se leyeran de forma cómoda, tiras para mantenerlos abiertos por la página deseada, etc.

Pero de un tiempo a esta parte, con el florecimiento de exposiciones documentales, los recursos a aplicar a la hora de abordar el montaje de este tipo de exposiciones son muchos. Pudimos ver soluciones muy interesantes en las exposiciones organizadas recientemente por el Archivo Lafuente en el Palacete del Embarcadero, el MAS y la sala del Paraninfo de la UC, todas en Santander, pero voy a detenerme ahora, aunque sea mínimamente, en una exposición actual de la Casa Encendida de Madrid: la dedicada a Suárez Londoño, que podéis consultar aquí.

Hay en esta exposición dos tipos básicos de documentos (atendiendo a montaje): los rígidos y los endebles.

Para los rígidos el comisario ha optado por dos puntas con cabezuela que entran directamente en la pared (crema pálido ligeramente granulada) sobre los que apoya el documento (me resisto a hablar de piezas, que parece estemos cazando, y no es el caso) y cubriendo todo (sujetando / protegiendo) una lámina de metacrilato atornillada a la pared.

Pongo fotos:



Para los endebles se ha atornillado un soporte en la pared y en él se han pegado triangulitos plásticos (dos, tres o cuatro, los necesarios) en los que encajar las esquinas de los documentos, cubriendo de nuevo todo una lámina de metacrilato.

Pongo fotos:




Los resultados son muy buenos.

En la exposición Valdecilla... vamos a experimentar con el metacrilato, aunque el recurso dominante va a seguir siendo la vitrina (y la luz).