viernes, 5 de junio de 2015

El radium de la Casa de Salud Valdecilla

El primer responsable de rayos de la Casa de Salud Valdecilla fue el Dr. Heliodoro Téllez Plasencia. Apenas sabemos nada de este doctor. Ni siquiera estamos seguros de en qué país falleció: ¿Francia, Inglaterra? El radio que alimentaba su Servicio parece que fue financiado por la Marquesa de Pelayo. En agosto de 1937 el radio desapareció. Es sabido que las autoridades republicanas lo reclamaban como propio y que solicitaban a los responsables de laboratorios y hospitales amenazados por el avance franquista que se lo entregaran. Es sabido también que las autoridades franquistas aprovecharon esta circunstancia para arremeter contra los doctores responsables de laboratorios y hospitales que no eran afines a su ideología, caso del Dr. Pío del Río Hortega. Santander no fue una excepción. Todavía hoy en el Hospital se cuenta que el Dr. Wenceslao López Albo robó el radium, que lo vendió y que con el dinero que obtuvo de la venta llevó una vida disipada en Francia. No obstante, yo he recogido otro testimonio que afirma que el radium lo sacó de Santander el Dr. Heliodoro Téllez Plasencia metido ¡en una caja de zapatos! no para venderlo, lógicamente, sino para entregárselo a las autoridades republicanas, que eran las legítimas propietarias del radio. Éste acabaría regresando a la Casa de Salud Valdecilla pero al parecer no sin ciertas complicaciones que todavía permanecen difusas.

Los suegros del Dr. Wenceslao López Albo eran cubanos o tenían intereses comerciales en Cuba, y eran ricos. Tenían una casa en el sur de Francia donde sabemos que el doctor santanderino pasó unos meses tras cruzar la frontera en agosto de 1937. Asimismo, se detuvo en Francia tras la caída de Barcelona. De Francia pasó precisamente a Cuba, donde no le dejaron ejercer, motivo por el que dio el salto a México, en cuya capital le alcanza la muerte el año 1944.

El Dr. López Albo no necesitaba vender el radium para vivir desahogadamente en Francia. Es probable que esta falsa acusación se deba a la Marquesa de Pelayo, con la que el doctor mantenía una muy mala relación.

El historiador cántabro Miguel Ángel Solla ha tenido la amabilidad de hacernos entrega de unas notas tomadas en el archivo de Asuntos Exteriores de Madrid relacionadas con el radio de la Casa de Salud Valdecilla. Pasamos a transcribirlas a continuación por lo que pudieran servir para dilucidar este tema todavía oscuro:

“Patronato de la Casa de Salud Valdecilla

Cumpliendo lo dispuesto por el delegado del Gobierno en Santander sobre depósito obligatorio de piedras y metales preciosos, hacemos entrega a dicho delegado de la dotación completa de radium de la Casa de Salud Valdecilla, compuesta de:

30 tubos de 10 miligramos = 300 miligramos

30 tubos de 5 miligramos = 150 miligramos

50 células de 1 miligramo = 50 miligramos

Total 500 miligramos

quedando relevados de la responsabilidad de su custodia.

Al hacer esta entrega declaramos que los verdaderos propietarios de dicho radium son los enfermos pobres de la provincia de Santander, y reclamamos que se devuelva para ellos a la Casa de Salud Valdecilla cuando las circunstancias lo permitan.

Santander, 23 de agosto de 1937

El Presidente del Patronato El Director

[parece poner Lavín] Wenceslao López Albo

El Jefe del Servicio de Fisioterapia

[ilegible]

Recibo el Radium conforme al inventario “ut supra” sin reservas en cuanto a su contenido

El delegado del Gobierno

Juan Ruiz Olazarán"