El Diario Montañés no ha publicado nada, todavía, sobre la exposición. Es una empresa privada, sus responsables pueden hacer lo que quieran, aunque he de reconocer que me sorprende.
Lo único que han metido es una nota en la agenda cultural, y transcurrida una semana desde la inauguración de la exposición.
En la nota de la agenda se dice que la exposición es de fotografía, y me asalta una duda: ¿por qué las exposiciones han de ser siempre de algo: de fotografía, de escultura, de pintura...?
Valdecilla... es una exposición, sin más, sin adjetivos. Es una exposición que pretende transmitir una serie de ideas que se consideran relevantes de acuerdo con unos objetivos. Para ello se ha recurrido a todos los medios a nuestro alcance, siempre a coste cero: fotografías, sí, pero también planos, libros, revistas científicas, audiovisuales, etc. En esta dotación ha sido imprescindible la colaboración de particulares e instituciones, caso de José Antonio Torcida, el CDIS, la Filmoteca Española o el Centro López Albo.
Incluso se ha integrado una de las esquinas de la sala en el discurso expositivo. Los años que van desde que la marquesa impone un modelo hospitalario conservador en 1930 hasta febrero de 1936 están condensados en una esquina. Estos seis años oscuros están metidos en esta esquina.
De solo fotográfica a jugar incluso con las esquinas de la sala, el planteamiento de la exposición cambia mucho.
Entiendo que los medios se vean obligados a sintetizar el mensaje, pero no a simplificarlo.